En una reciente jornada que refleja el compromiso con la sostenibilidad y el apoyo a la economía local, el Proyecto Cambio Verde, liderado por la RAP-E Región Central, logró un nuevo hito en la promoción de prácticas ambientales responsables y el fortalecimiento de la cadena agrícola regional.
Los habitantes de Cajicá en Cundinamarca, se dieron cita en un evento donde la conciencia ambiental y el apoyo a los agricultores locales fueron protagonistas. Los participantes canjearon residuos de plástico, vidrio, cartón, empaques tetra pak, papel y aluminio, entre otros, por bonos redimibles en alimentos cultivados con el esfuerzo y dedicación de los campesinos de la Región Central.
“Desde la RAP-E, seguimos acompañando estos espacios de comercialización. Cambio Verde es un proyecto con el que buscamos mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de todos los habitantes que hacen parte de esta región. Invitamos a toda la comunidad para que se vincule a esta iniciativa, a que recicle y participe en el intercambio de productos verdes y orgánicos cultivados por campesinos y campesinas de nuestros territorios”, expresó Viviana Molina, profesional del eje de Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural de la RAP-E.
La Asociación de Recicladores de Cajicá (ARCAmpesina) apoyó esta iniciativa, incentivando la separación adecuada de residuos desde su origen y asegurando su reintegración efectiva en la cadena productiva.
“Nuestros principales enfoques son impulsar la alimentación saludable y apoyar la conservación del medio ambiente, haciendo que estos residuos no lleguen a los rellenos sanitarios, sino que, por el contrario, logremos obtener una economía circular llevándolos nuevamente a la industria transformadora”, señaló Nidia Consuelo Salamanca Torres, directora de la Asociación.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la colaboración comunitaria y las políticas ambientales conscientes pueden generar un impacto positivo tangible en la vida de las personas y en el planeta. “Trajimos todo el reciclaje que teníamos en nuestra casa, con nuestra familia y los intercambiamos como alimentos como: lechuga, apio, zanahoria, remolacha, espinaca y leche, entre otros”, comentó Lucy Díaz, beneficiaria del proyecto.