Vistiendo una blusa roja, chaleco azul y desde la cárcel El Buen Pastor en Bogotá, Carolina Galván se presentó de manera virtual a la audiencia celebrada este martes en su contra por la desaparición de su hija, Sara Sofía Galván.
Durante este encuentro judicial fue posible observar a la mujer con diferentes actitudes, mientras la Fiscalía relataba los argumentos en su contra y la juez especializada determinaba que sería condenada por desaparición forzada.
Aún quedan muchas dudas en el caso de la pequeña Sara Sofía Galván, a quien se le perdió el rastro desde 15 de enero de 2021, y que para la fecha ya tendría cuatro años.
La menor estaba bajo cuidado de su tía, pero un día su madre se la llevó y desde ese momento comenzó el calvario de la familia. Según la investigación, el paradero de Sara Sofía sigue siendo un misterio en medio de versiones encontradas y contradicciones de la madre y Nilson Díaz, su pareja sentimental, quienes al parecer la arrojaron a un río envuelta en una cobija.
Según la Fiscalía, inicialmente Díaz afirmó que Sara Sofía estaba viva, luego se retractó, proporcionando coordenadas para la búsqueda del cuerpo de la menor. Galván Cuesta también ha variado su versión, alegando amenazas de su expareja.
Sin embargo, tras los múltiples operativos de búsqueda para hallar su cuerpo en el río Tunjuelito, donde supuestamente fue arrojado luego de morir en extrañas circunstancias, nunca se encontraron sus restos.
La actitud de Carolina Galván en la audiencia
La madre de Sara Sofía Galván asistió de manera virtual a la audiencia en su contra por la desaparición de la menor. En cámara se le podía ver vistiendo una blusa roja, un chaleco azul claro, con un peinado trenzado y con los audífonos de diadema que se encuentran en una sala de la cárcel El buen Pastor.
En varios momentos permaneció mirando a la pantalla del computador, aunque en ocasiones miraba a su alrededor o al suelo, e incluso se le vio actuar como si estuviera rezando o llorando, aunque luego, riendo.
Fue precisamente en medio de una pausa, debido a que a la juez tercera se le fue la conexión mientras hablaba, que Carolina Galván fue enfocada en pantalla. En ese momento se le pudo ver cuando puso sus manos en su cara, cerró los ojos y parecía que estuviera rezando.
Estuvo en dicha posición durante varios segundos, finalmente bajó la cara y luego se limpió la nariz.
Aunque, no tardó en volver a mirar a la cámara y mostrar una expresión que sugiere una leve sonrisa en sus labios.
Cabe recordar que en audiencias anteriores el comportamiento de la mujer fue reprochado, pues en videos de las diligencias judiciales se la ve haciendo muecas, bostezando, haciendo estiramientos y jugando con su cabello justo cuando la fiscal del caso se pronunciaba.
Por este hecho, incluso le llamaron la atención: “Señora Carolina, tiene que prestar atención por favor, porque yo estoy hablando”.